A falta de horas de sueño, buenas dosis de amor

martes, 18 de octubre de 2016



Una de las cosas que he aprendido desde que soy madre es que no hay dos niños iguales. Esto me lo he tenido que grabar a base de pasar noches sin apenas dormir y sintiendo un gran cansancio. Mi hijo lo máximo que ha dormido seguido son 5 horas y en días muy puntuales. He llegado a pensar que es porque es un bebé lactante, porque hacemos colecho, pero no. Eso es porque el es así. Cada vez se acerca más a una rutina establecida, todavía no es la que nos gustaría, pero poco a poco lo vamos notando.
Para una persona es muy duro dormir poco, y mas difícil es para una madre cuando conoces a más niños que duermen "del tirón". Se que es un proceso en el cual hay que tener mucha paciencia, es difícil gestionarlo porque sobretodo el cansancio hace mella en muchas ocasiones. 
Tengo que decir que en todo momento estamos respetando a Mario, y no estamos forzando ninguna situación. Se que habrá un día que dormirá toda la noche, que no se despertará y que incluso dormirá en su propia habitación, de momento hay que tomárselo de la mejor manera que podemos y sobretodo llenar el día de dosis de amor.
Como les digo a otras madres que están en mi misma situación: "nos pasa porque nosotras podemos". 
Os dejo el enlace Aquí de la última colaboración que hemos hecho con la revista "Kids&Baby Journal" by Tous donde hablo un poco sobre este tema. 









1 comentario:

  1. Mis hijos han pasado épocas de despertarse muuuuucho por la noche, especialmente la pequeña, pero al menos sí es verdad que se dormían temprano, a las 8.30 o 9, desde bien pequeñitos, con pocos meses, vamos.

    Igual que soy una madre un poco (bastante) loca para muchas cosas, para otras soy como muy alemana, y una de esas cosas son las rutinas de sueño y comida. Salvo en vacaciones, sea la epoca del año que sea, y sea finde o no, a las 8 como tarde están en el baño, 8.30 como tarde cenando y 9 como tarde en la cama. Alguna vez no tienen nada de sueño y nos toca estar con ellos un ratazo hasta que se duermen, pero en la cama están. Y así han ido cogiendo horario, y duermen sus 11 horas de noche (¡y ya del tirón habitualmente!). En vacaciones obviamente relajamos el tema, o en días especiales.

    Luego ya, las veces que se despertasen de noche, ya era otro tema, con la pequeña especialmente hemos pasado mucho tiempo de no pegar ojo con sus despertares nocturnos. Pero para mi es un tema distinto, o incluso me da más motivos para acostumbrarlos a dormirse temprano, porque al menos, ya que no dormían seguido, dormían las horas "suficientes". Ellos además necesitan dormir, se les nota perfectamente en el carácter cuando han dormido bien o no.

    Y con las comidas muy parecido, intentamos que coman a sus horas, y nada de picoteos intermedios a poder ser (el aperitivo de los findes no cuenta, jajaja) ¡Y la verdad es que comen genial!

    El tener rutinas estrictas, en parte es un poco rollo, porque te condiciona el salir a partir de cierta hora, no puedes hacer siestas tardías (despertarlos de la siesta los domingos para que no se haga tarde y luego duerman es una jodienda, la verdad), o en verano no apetece nada estar en casa a las 8. Pero hemos cambiado cenas por comidas, y los beneficios que nos han dado a nosotros las rutinas compensan esto. Ahora ya que no son bebés y duermen bien, y ya creo que podremos aligerar esto de las rutinas más días.

    Pero estoy contigo en que cada niño es un mundo, creo que en nuestro caso ha funcionado bien por una conjunción entre nuestro empeño y que ellos lo han puesto más o menos fácil, o han podido amoldarse a esto. Entiendo que hay niños que, por mucho que te esfuerces durante meses, es imposible que estén dormidos a las 9. Y como tú dices, pues toca amoldarse nosotros a ellos también.

    A ver si poco a poco llegáis a la rutina que queréis.

    ResponderEliminar

CopyRight © | Theme Designed By Hello Manhattan